Los viejos rockeros nunca mueren

En el día de hoy, aprovechando la festividad de las Instituciones de Cantabria, un grupo de tronados del asfalto, decidió que era un buen día para dar un paseo desde Santander a Laredo. Cincuenta kilómetros son los que separan ambas localidades y por ello, a las cinco de la mañana, el grupo salía de Santander, con intención de llegar a Laredo a las tres de la tarde. Diez horas de marcha a una media de 5 kilómetros a la hora a través de la carretera nacional. 

Cartel con el recorrido

Todo comenzó cuando el año pasado, cuatro veteranos atletas cántabros, decidieron hacer una marcha desde Santander hasta Ontaneda. Cincuenta kilómetros que afrontaban entonces Ramón Álvarez, José Manuel Domínguez, Eloy Campo "Beisbol" y Juan Manuel Díaz "Lolo Díaz. 

La experiencia fue muy gratificante para los cuatro atletas, grandes especialistas en carreras de larga distancia, que tras acabar aquel reto, decidieron repetir la misma distancia un año después.

En esta ocasión eligieron la ruta Santander-Laredo a través de la carretera nacional. Para ello contaron con tres nuevas incorporaciones, que quisieron sumarse a la aventura, Ludolfo Caiña, Javi Ríos y Juan Ramón Fernández Merlo. Total, siete andarines dispuestos a afrontar los 50 kilómetros. 

Reponiendo fuerzas en el Adelma

Pedro Galarza, es una persona muy conocida en el mundo del atletismo, no en vano fue pionero en el auge que tienen hoy las carreras de montaña cuando creó la Galarleiz, la maratón de montaña más antigua del calendario. Pedro Galarza, gran atleta y amigo de los maratonianos cántabros que iban a realizar esta marcha, se ofreció como apoyo para acompañarles en un vehículo para poder avituallar a los andarines y realmente ha sido una suerte poder contar con Pedro en esta aventura.

A las tres de la tarde, como estaba previsto, el grupo de andarines llegaba a Laredo sin novedad y a continuación se encaminaron al Restaurante Cachupín donde pudieron reponer fuerzas. Al final de la comida, una sorpresa, Ramón Álvarez había preparado unos diplomas para cada uno de los participantes de la marcha, siendo Pedro Galarza el encargado de entregarlos. Bonito detalle para finalizar una jornada maratoniana que dejó a todos satisfechos. Pedro Galarza también quiso tener un detalle con los andarines, y les hizo entrega a cada uno, de una toalla y una camiseta de la Galarleiz.

Beisbol recibiendo su diploma de manos de Pedro Galarza

En 1979 Miguel Ríos lanzaba al mercado su octavo álbum, Los viejos rockeros nunca mueren, título con el que iniciaba esta crónica. Es cierto, esta gente está hecha de otra pasta. No importa la edad, mientras el cuerpo aguante, ellos seguirán siempre en la carretera, como Miguel Ríos.

 

FOTOS DE LA MARCHA